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Pastores ibéricos

 

Desde los remotos orígenes del pastoreo, allá por el Neolítico, muy pocas cosas han cambiado en uno de los oficios más ancestrales del hombre. De entonces hasta hoy, ser pastor es un oficio duro que a menudo se ejerce todos los días del año, sin fines de semana ni festivos. Tampoco vacaciones. La custodia y el manejo del ganado requiere interminables jornadas en soledad a la intemperie, sin más techo que la lluvia, el viento, la ventisca o el granizo, cuando no largos periodos de sequía estival bajo un sol abrasador.

 

Pastores ibéricos es un proyecto tejido por historias humanas, de visiones conmovedoras a un modo de vida que se extingue. De viejos pastores que se niegan a abandonar sus ovejas; el monte es su vida y su ganado lo es todo para ellos. Historias de una trashumancia casi ya olvidada, de ordeños y quesos, de zurrón, manta y esquileos; de brañas y cañadas forjadas por los siglos; de sierras y montañas todavía en equilibrio con osos, lobos y buitres, o de páramos y estepas con gangas, alondras y avutardas. Documentos de un mundo atávico que desaparece, de mil herencias culturales y ecosistemas ibéricos que se pierden con ellos.

Iberian shepherds

 

From the remote origins of the pasture, back in the Neolithic, very few things have changed in one of the most ancestral trades of man. From then until today, being a shepherd is a hard trade that is often exercised every day of the year, without weekends or holidays. Nor holidays. The custody and management of livestock requires endless days in solitude outdoors, with no roof but rain, wind, blizzard or hail, when not long periods of summer drought under a scorching sun.

 

Iberian Shepherds is a project woven by human stories, of moving visions to a way of life that is extinguished. Of old shepherds who refuse to abandon their sheep; the mountain is their life and their cattle is everything to them. Stories of an almost forgotten transhumance, of milkings and cheeses, of pouch, blanket and shears; of summer pasture and gullies forged by the centuries; of mountains and mountains still in balance with bears, wolves and vultures, or of wasteland and steppes with sandgrouses, larks and bustards. Documents of an atavistic world that disappears, of a thousand cultural heritages and Iberian ecosystems that are lost with them.

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